viernes, 9 de marzo de 2012

De Panzazo¡¡

De Panzazo!’ muy tibio, pero necesario
El documental de Juan Carlos Rulfo y Carlos Loret de Mola toca un tema vital por encimita: la falta de calidad en la educación mexicana; sin embargo, pone sobre la mesa graves cuestionamientos.

Aunque es un documental con problemas para profundizar, que se extravía queriendo llegar al centro del conflicto y que ofrece propuestas ambiguas, hay que ver “¡De Panzanzo!”. ¿Por qué? La respuesta es simple: nos coloca frente —y sin poder voltear hacia otro lado— a una realidad de gravísima índole en México, la mala calidad de la educación.

Nunca se debe iniciar una reseña con la palabra “aunque”, pues ésta, de antemano, anula las ideas positivas. Sin embargo en este caso el “aunque” es tan importante que no puede dejarse para segundos párrafos. La gente debe ir al cine con la idea clara de lo que verá en “¡De Panzazo!”: un documental que tiembla miedoso en los puntos clave; que patina desde el inicio al escucharse la voz de Carlos Loret de Mola —reportero de Televisa, la empresa que más se preocupa por mantenernos idiotizados y poco educados—; un trabajo cinematográfico que quiere protestar pero que se queda corto, culminando incluso con un dejo de cursilería y propuestas vagas.

“¡De Panzazo!”, si no exhibiera una realidad tácita en México, si no hiciera evidente una problemática que podría considerarse la madre de las problemáticas en el país, sería un documental sin grandes atributos, a pesar de haber sido dirigido por Juan Carlos Rulfo (“Los Que Se Quedan”).

Pero el tema de este documental es tan profundo y complejo, que “¡De Panzazo!” resulta, al menos, un buen comienzo en el destape de la corruptela educativa. Además, es un gran salto para el género cinematográfico, ya que ha logrado gran respuesta en la taquilla mexicana. “¡De Panzazo!” sigue con la buena racha de “Presunto Culpable”, y eso es bastante positivo.

Posiblemente, el éxito comercial de “¡De Panzazo!” ha tenido relación directa con la presencia de Loret de Mola frente a las cámaras. Por ese lado parece una estrategia acertada, pero más allá de esto —y de que el periodista nos regale una sonrisa al meter en apuros a la líder sindical Elba Esther Gordillo— su participación como guionista resulta, quizá, poco adecuada: Obliga a suponer que la conclusión del documental, que a todas luces exime a los culpables con la frase:

“quitando a alguien de su puesto no se resuelve nada”, fue una “sugerencia” del conductor de noticias.

“¡De Panzazo!” compara el nivel de calidad educativa que se imparte en el país, con el de otras potencias mundiales. Lo deja claro: México anda mal en educación y no es falta de dinero. El presupuesto para el rubro es uno de los más generosos que otorga el gobierno federal. Entonces, ¿qué, quién o quiénes pueden considerarse los responsables?

Loret de Mola comienza a buscar respuestas. ¿Serán los maestros? ¿Las autoridades educativas? ¿Los padres de familia y los alumnos? Al final, todos resultan culpables y también todos son necesarios para el cambio.

Una conclusión que aunque cierta, es bastante utópica y ya suena a disco rayado: “todos somos el cambio”, “todos debemos colaborar”. Claro, resulta obvio. Como en la seguridad o la ecología, todos debemos ser partícipes. Pero que Loret de Mola termine sugiriendo que la culpabilidad de un ciudadano común, así como su responsabilidad para mejorar la educación en México, es de la misma proporción a la de Elba Esther Gordillo, indica que lo suyo no es ser equitativo.

Es verdad que el periodista hace titubear a la líder del SNTE, así como al Secretario de Educación Pública Alonso Lujambio, pero parece conformarse con las respuestas oficiales. Habla del mercado negro en el que se venden las plazas de maestros, pero no entrevista a nadie que haya vendido o comprado una de éstas; menciona a los “comisionados” que no vuelven a pisar un salón de clases por andar de “choferes” del gobierno, pero tampoco les pone rostro.

A “¡De Panzazo!” le faltan historias, muchas historias profundas (como en “Esperando a Supermán”, el documental de Estados Unidos sobre el mismo tema). Su fuerte son los datos, aunque algunos dejan más dudas que respuestas: ¿quién dice que en México los que cuentan con una licenciatura ganan en promedio 14 mil pesos mensuales? ¿Y los que tienen un posgrado más de 50 mil? Pero ése parece ser otro tema: la falta de oportunidades de empleo en México. ¿Se lo aventará también Loret de Mola?

NOTA IMPORTANTISIMA: NO HAY DERECHOS RESERVADOS EN ESTE ARTICULO.

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